La familia rugby

Los amigos de www.ascensorugby.com.ar publicaron nuevamente dos muy buenas notas de integrantes de nuestro plantel superior: Gabriel Brasca y Martín Conde. Acá las publicamos para que todos la puedan leer.

A menudo el rugby suele parir familias como los Conde. Familias marcadas por el deporte, atravesadas por una guinda. Sólo que a veces el destino los enfrenta en una cancha. Entonces, se sufre. Leopoldo, el papá, es entrenador de Carlos Paz RC. Sus hijos Martín y Lorenzo juegan en clubes distintos. El primero en Uni de Río Cuarto; el segundo en Carlos Paz. Los tres nos cuentan su pasíón por el rugby y cómo viven cuando les toca ser rivales.
Se enfrentaron en la pasada fecha de la Zona Campeonato. Fue en Carlos Paz. Dos de un lado, Leopoldo y Lorenzo (21), y uno del otro, Martín (22). Ganaron los locales 29-6, pero no hay mucho para festejar si hay uno del clan que sufre."Me cuesta mucho jugar contra Universidad de Río Cuarto. Es muy fuerte tenerlo a Martín del otro lado", dice Leopoldo. En realidad, ni hace falta que lo diga. A los pocos minutos del juego, Martín se golpeó, quedó en el piso y Leopoldo estaba ahí, muy cerca, mirando, sufriendo un poco.
"Jugar en contra es una experiencia linda y fea a la vez. Pero son partidos y si él está en el equipo contrario vamos a jugar de igual a igual, lealmente, pero de igual a igual", cuenta Lorenzo, al tiempo que su hermano asiente. Lorenzo es medio scrum; Martín es el full back de Uni. Jamas jugaron como compañeros. Se separaron cuando Martín se radicó en Río Cuarto para estudiar veterinaria. Pero sueñan con ese momento: los dos con la misma camiseta y papá el entrenador. "Sería bárbaro, yo de medio scrum y Martín de apertura", se ilusiona Lorenzo. "Algún día nos daremos ese gusto, sé que lo vamos a concretar. Además, en dos añitos ya me vuelvo", dice Martín.
Cuando están juntos el tema dominante es el rugby. Apasionados como son, discuten. Por eso, si les toca jugar en contra en la semana previa los hermanos casi no se hablan. "Nos mensajeamos para saber si jugamos, pero mucho no se habla, nos decimos pocas cosas", señala Lorenzo. "Nos peleamos bastante Mi viejo es muy orgulloso y cada vez que vengo y hablamos de rugby tenemos diferencias. Somos muy unidos, pero queremos tanto a este deporte que terminamos discutiendo", sigue Martín. Y Lorenzo acota: "Somos muy competitivos, a ninguno nos gusta perder, así que la charla inevitablemente llega a la rivalidad, a la competencia".
En el partido se cruzaron varias veces, pero se sintieron el aliento bien cerca al final del juego. "Atacaba él y fui a tacklearlo pero no lo pude agarrar, así que lo camisetié", cuenta Lorenzo. - Bueno, perdiste pero tenés un motivo para cargarlo, Martín.- ¡No! qué voy a cargar si perdimos cuatro finales con ellos. Ni á él ni al viejo los puedo decir nada.
Se verá si hay revancha para Martín. Se verá, también, si en la próxima Lorenzo llega a tacklearlo. Volverán a enfrentarse y Leopoldo seguirá sufriendo de afuera, hasta que un buen día los tres estén del mismo bando. Ese será el mejor partido de los Conde.