sábado, 16 de mayo de 2009

¡Documento, por favor!


El amigo Luciano Roldán, de http://www.ascensorugby.com.ar/ publicó en dicha página esta linda nota de color de uno de los integrantes de nuestro Plantel Superior. Imperdible!!!

“¡Vamos Shultz! ¡Corré Shultz, corré que llegás!”. Había algo que no cerraba en esos gritos que salían desde el banco de suplente de los universitarios riocuartenses en su partido con Alta Gracia Rugby. Ni el apellido ni el nombre de ningún jugador coincidía con el que se escuchaba desde el costado del campo. Nos llamó la atención y averiguamos. Nos dimos conque el segunda línea de la “U” de Río Cuarto es ¡policía! No nos queríamos perder una charla. Cristian Ávila, “El oficial Shultz”, habló con Ascenso Rugby y nos contó su historia…
“Ni bien comencé con mi profesión me asociaron de una: en todos los partidos y entrenamientos soy Shultz”, cuenta entre risas, debido a una alarma que comenzó a sonar ni bien empezó la charla. Cristian Ávila (29) es segunda línea de Universidad Nacional de Río Cuarto, en donde juega desde hace 10 años, y hace dos que es policía, algo que sus compañeros no tardaron en relacionar con el mediático oficial que aparecía en un programa de televisión hace unos años, bailando y cantando. ¿Se acuerdan de "Chica Latina"?
Cristian admite ser policía sólo fuera de la cancha, adentro es “uno más”. “Soy uno de los que más amarillas tiene, junto con otro jugador”, afirma riendo, “si me dicen usurero”, termina. Pero asegura que el rugby lo ayuda mucho en su trabajo, al que considera muy sedentario. “En la policía no hay mucha educación física y el rugby me sirve mucho para mantenerme en forma. Mi profesión tiene mucho sedentarismo”, afirma Ávila.
Tal como contaba, “Shultz” complementa mucho el rugby y su profesión de policía. La combinación del deporte y el trabajo generó una anécdota muy divertida: “Hace unas semanas íbamos en el móvil y vemos que un sujeto se da a la fuga con algo debajo del brazo, supuestamente, un estéreo. Salgo a correrlo, me meto en los patios de las viviendas y cuando lo tengo cerca, le meto un tackle”, confiesa entre risas. Y continúa: “Cuando hablamos me dice que fue comprar el pan y que cuando vio que era la policía, se asustó y empezó a correr ¿Viste cómo es? Estás acá, con la cabeza en el rugby, pero en tu trabajo... llegué y lo tackleé”.
Ya era hora del tercer tiempo y sus compañeros de equipo intentaban incomodarlo con gestos y “gastadas”. De ellos precisamente tiene que ver la última parte de la conversación. ¿Zafan o no? “¡No! Ya les dije que seré el primero en meterlos en cana. No me va a importar nada”, asegura. Cuidadoso de su trabajo, aclaró: “Se los dije en serio, no puedo comprometer mi trabajo. Son muy moqueros algunos”. Y cuenta que alguna vez tuvo que “dar vuelta la cara, porque dos o tres tenía que subir”.

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