Gabriel Brasca jugó su última carta. El octavo de Universidad Nacional de Río Cuarto lamenta ver como su posibilidad de jugar una final más se diluyó ante Las Hormigas en la semifinal jugada el pasado domingo en Oliva. Gabriel reafirmó en una charla con Ascenso Rugby su deseo de dar un paso al costado el próximo año. Como uno de los más experimentados y referente de la Uni nos contó lo que sufrió la derrota en un vestuario que está en pleno proceso de recambio, habló de la merecida victoria de los locales y de los proyectos para el 2010.
Quedaban sólo cinco minutos para que cierre el partido y la Uni conseguía la igualdad con un try de Fara. La patada de conversión no pasaba entre los palos y Las Hormigas respiraban. Cuatro minutos más tarde los riocuartenses defendían con dos soldados menos y Olariaga metía un penal que dejaba a su equipo arriba y los depositaba en la final. Las cosas cambiaron de un momento a otro. Universidad, acostumbrado a estas cosas, había sacado su chapa pero no pudo con la garra de los grises. "Estaba ahí, ese fue el punto de inflexión", sostuvo Gabriel Brasca. "Hicimos dos penales muy básicos. Eso se paga caro contra un buen equipo, en una cancha corta y con chicos enfrente que te juegan muy bien el maul y las bases de las formaciones".Por poquito se les escapó a los del imperio, aun así su octavo no se siente frustrado, y reconoce la gran actuación de los de Oliva: "Jugaron como tenían que jugar y se llevaron una victoria merecida". Pero es dura la derrota y más en instancias como estas. "Es duro. Vinimos a ganar el partido. El objetivo en un principio era estar entre los seis primeros para jugar la integración. El segundo fue poder jugar las semis y el tercero jugar una final. Las Hormigas hicieron un mejor partido pero estuvo ahí", aclara. Y agrega:"La sensación que nos queda es un gusto amargo. Pero estamos contentos porque en los últimos siete campeonatos estuvimos en las semifinales. La Uni está y eso es muy importante".No cabe duda que si algo se destaca de Las Hormigas cuando se las ve jugar es su corazón. Quizá por eso sea su nombre; el trabajo en silencio y a pulmón los depositó en las finales por primera vez. Gabriel reconoce a los de Oliva como un equipo "con mucha garra. Son un equipo de amigos y eso es importante en esta división". Y agrega: "Los fordward no se desordenan, tuvieron un problema con los tres cuartos que fue por donde nosotros pudimos romper. Pero van a todas como la última. No hay duda que se merecen jugar la final. Jugaron mejor un mejor campeonato. Nosotros a respetar y estar contentos porque fue un gran campeonato pese a los altibajos". Gabriel tiene 36 años y es comerciante, estudia abogacía y vive y respira rugby. También es delegado de la Unión Cordobesa de Rugby. Pero aclara que el próximo año no integrará la primera de la Uni. "Puedo ser más importante dando a un paso al costado", afirma. "Esta es la última semi que juego, salvo que se lesionen 30 en la pretemporada corriendo, pero yo no la arranco", agrega entre risas. "Ya está, hay muchas cosas que hacer por el club. Desde una cancha nueva, hay que trabajar desde las bases que nos falta mucho. Yo veré si hago algo de intermedia y también tengo una invitación de los 'Viquingos' de Urú Curé para sumarme a ellos si nosotros no formamos nuestros veteranos. Me duele en el alma", termina.El vestuario de la Uni esta vez no festejó pero "estamos bien", asegura Gabriel. "Hay algunos que lo sienten un poco más porque es la primera semi que juegan. Son nueve chicos que están por primera vez; la mayoría del equipo es nuevo", aclara.Está tranquilo y felicita a los rivales mientras analiza el partido con sus compañeros. El año que viene la Uni estará o no en la semis de nuevo como tiene acostumbrado, pero habrá un lugar en el scrum que no lo tendrá a Gabriel empujando. El paso al costado del octavo le abrirá las puertas a un pibe que pechará como pechará desde afuera Brasca por el equipo y por el club para "estar ahí", como a él le gusta.
Quedaban sólo cinco minutos para que cierre el partido y la Uni conseguía la igualdad con un try de Fara. La patada de conversión no pasaba entre los palos y Las Hormigas respiraban. Cuatro minutos más tarde los riocuartenses defendían con dos soldados menos y Olariaga metía un penal que dejaba a su equipo arriba y los depositaba en la final. Las cosas cambiaron de un momento a otro. Universidad, acostumbrado a estas cosas, había sacado su chapa pero no pudo con la garra de los grises. "Estaba ahí, ese fue el punto de inflexión", sostuvo Gabriel Brasca. "Hicimos dos penales muy básicos. Eso se paga caro contra un buen equipo, en una cancha corta y con chicos enfrente que te juegan muy bien el maul y las bases de las formaciones".Por poquito se les escapó a los del imperio, aun así su octavo no se siente frustrado, y reconoce la gran actuación de los de Oliva: "Jugaron como tenían que jugar y se llevaron una victoria merecida". Pero es dura la derrota y más en instancias como estas. "Es duro. Vinimos a ganar el partido. El objetivo en un principio era estar entre los seis primeros para jugar la integración. El segundo fue poder jugar las semis y el tercero jugar una final. Las Hormigas hicieron un mejor partido pero estuvo ahí", aclara. Y agrega:"La sensación que nos queda es un gusto amargo. Pero estamos contentos porque en los últimos siete campeonatos estuvimos en las semifinales. La Uni está y eso es muy importante".No cabe duda que si algo se destaca de Las Hormigas cuando se las ve jugar es su corazón. Quizá por eso sea su nombre; el trabajo en silencio y a pulmón los depositó en las finales por primera vez. Gabriel reconoce a los de Oliva como un equipo "con mucha garra. Son un equipo de amigos y eso es importante en esta división". Y agrega: "Los fordward no se desordenan, tuvieron un problema con los tres cuartos que fue por donde nosotros pudimos romper. Pero van a todas como la última. No hay duda que se merecen jugar la final. Jugaron mejor un mejor campeonato. Nosotros a respetar y estar contentos porque fue un gran campeonato pese a los altibajos". Gabriel tiene 36 años y es comerciante, estudia abogacía y vive y respira rugby. También es delegado de la Unión Cordobesa de Rugby. Pero aclara que el próximo año no integrará la primera de la Uni. "Puedo ser más importante dando a un paso al costado", afirma. "Esta es la última semi que juego, salvo que se lesionen 30 en la pretemporada corriendo, pero yo no la arranco", agrega entre risas. "Ya está, hay muchas cosas que hacer por el club. Desde una cancha nueva, hay que trabajar desde las bases que nos falta mucho. Yo veré si hago algo de intermedia y también tengo una invitación de los 'Viquingos' de Urú Curé para sumarme a ellos si nosotros no formamos nuestros veteranos. Me duele en el alma", termina.El vestuario de la Uni esta vez no festejó pero "estamos bien", asegura Gabriel. "Hay algunos que lo sienten un poco más porque es la primera semi que juegan. Son nueve chicos que están por primera vez; la mayoría del equipo es nuevo", aclara.Está tranquilo y felicita a los rivales mientras analiza el partido con sus compañeros. El año que viene la Uni estará o no en la semis de nuevo como tiene acostumbrado, pero habrá un lugar en el scrum que no lo tendrá a Gabriel empujando. El paso al costado del octavo le abrirá las puertas a un pibe que pechará como pechará desde afuera Brasca por el equipo y por el club para "estar ahí", como a él le gusta.
Texto y foto: Luciano Roldán, para www.ascensorugby.com.ar
1 comentario:
Felicitaciones Ojito!! por todos los años, por todos los que pudimos compartir unos partidos dentro de la cancha con vos. Sos un gran jugador. Espero verte en una cancha de veteranos. Gran abrazo!
Lautaro
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